martes, 25 de septiembre de 2012

EL GUERRERO



Hola amigos.
Yo diría que, vista desde lejos y de una forma global, esta vida es un desastre; pero a medida que nos vamos acercando y sumergiendo en ella empezamos a percibir matices; pequeños, ligeros, pero en definitiva diferencias...
Por un lado vemos actuaciones ilógicas, salvajes, aberrantes: guerras, matanzas, crímenes contra la humanidad o contra individuos, hambre, epidemias y en general mucho sufrimiento. Parece que la humanidad, en éste sentido, no haya evolucionado ni un ápice desde sus orígenes; aunque personalmente pienso que si, que hemos evolucionado hacia la perfección de matar; ahora somos capaces de matar mas y mas rápidamente...
En la otra cara de la moneda están las personas y tal vez alguna que otra institución, que se preocupan por los seres que sufren estas modernas cruzadas... pero creo que a nivel global el mundo va a seguir igual, a pesar de la tan nombrada "Era de Acuario", en la que se supone que todos seremos mucho mejores. Aún así, creo que a nivel individual, las cosas pueden ser distintas; en realidad hay muchas personas que tienen instalada en su corazón la Nueva Era.
¿He dicho corazón?. Si amigos "CORAZÓN", el lugar donde reside la humanidad, el amor, la compasión... es el palacio y residencia del espíritu, de la divinidad, el lugar donde sentimos nuestras emociones: el amor y el odio. Os invito a que cuando experimentéis algún tipo de emoción busqéis en vuestro corazón.
Cuando sentimos amor y compasión, es el corazón quien habla. Cuando sentímos odio, lo oscurecemos y encerramos en una cárcel de acero.
¿He dicho amor?, ¿he dicho compasión?.
Si amigos, el amor nos hace contemplar a todas las criaturas como nuestras propias madres de muchas vidas anteriores, y la compasión, que nada tiene que ver con la sensiblería, nos motiva a darle a cada cual lo que necesita por su bien en el momento oportuno, como el padre que imparte premios y castigos a su hijo, movido por el amor que siente por él, con el objetivo de su felicidad.
Así pues con el amor y la compasión que nos motivan a ayudar a los demás, ya sólo nos falta la sabiduría, que nos permitirá aplicar el método correcto para conseguir aportar a los demás un bien que le conduzca a la más absoluta felicidad, que en definitiva es lo que todos buscamos y a lo que todos aspiramos de forma consciente o inconsciente.
¿He dicho sabiduría?. Si, y no tiene nada que ver con los conocimientos que podemos adquirir a través de los estudios.
Un ejemplo: alguien que sea completamente analfabeto, puede ser mucho más sabio, que una persona muy ilustrada, con muchas carreras y grandes conocimientos. La Sabiduría nos la da la práctica interior, la experiencia de la verdadera naturaleza del espíritu. Tiene mas de sentir, experimentar, que del saber intelectual.
Es Sabio el que conoce su espíritu, el que ha realizado la Gran Obra interior, "la Verdadera Gran Obra". Esto es tanto como conocer a los demás, pues el espíritu es el mismo para todos; no tiene forma, color , no es grande ni pequeño, no está en ningún sitio y está en todos, no se le puede percibir por los sentidos aunque los sentidos forman parte de él. como díjo el gran Hermes Trismegistos: "Lo que está arriba es como lo que está abajo", el universo somos nosotros, nosotros somos el universo. El macrocosmos es igual que el microcosmos , son lo mismo, están indiferenciados y al mismo tiempo no existen. Os invito a que reflexionéis sobre ésto.
Cuando uno empieza a comprender ésto, está empezando a ser sabio, y lo es completamente cuando ha realizado la experiencia del Gran Vacío. A éste estado se llega a través de la meditación y el desarrollo del amor y la compasión hacia todos los seres, y es una buena práctica ejercer la empatía con todos ellos, o sea, ponernos en su lugar e intentar sentir lo que ellos sienten, y amarles como si todos fueran nuestros hijos, o nuestras madres, desterrando definitivamente de nuestros corazones el odio y la aversión.
Cuando hayamos desarrollado el Amor, la Compasión y la Sabiduría sin límites, con el único objetivo de procurar la felicidad de todos los seres, entonces seremos unos perfectos guerreros, mujeres y hombres completos.
¿He dicho guerreros?. Guerrero es una palabra que nos lleva inevitablemente a relacionarlo con armas y destrucción, pero no tiene porqué ser así, pues el auténtico guerrero "sólo es aquella o aquel que sabe vencerse a si mismo". Aquella o aquel que vence y mata al peor enemigo que podemos tener, al
 EGO; el que deja de ser un "YO" para convertirse en un "LOS DEMÁS".
Sintamos el pulso, los deseos, las necesidades, las expectativas y el amor que hay en los demás sin importar especie, sexo, raza o religión y hagamos por ellos lo que sea necesario, lo que precisen, sin miedos ni reticencias, y estaremos en la "SENDA DEL GUERRERO", luchando contra nosotros mismos sin tregua ni descanso para realizar el bien de los demás.

Pierre de Cluny

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