miércoles, 12 de diciembre de 2012

EL AURA (segunda parte)

Esta segunda fase es la mas importante y consiste en desarrollar el poder de concentración y la pacificación total de nuestra mente, parando el flujo constante de pensamientos que en ella surgen y dejándola totalmente calmada, vacía y abierta.
Decía un buen maestro de meditación que la mente de una persona no iluminada es como un lago con olas encrespadas que remueven el barro del fondo enturbiando el agua.
Con las prácticas de concentración apaciguamos el oleaje de nuestra mente volviéndola clara y transparente, permitiendo así ver a través de ella.
Para efectuar las prácticas de concentración es aconsejable destinar una habitación de la casa a tal fin. Esta debe ser silenciosa y bien ventilada, sin demasiados muebles o adornos, preferiblemente vacía y pintada de blanco. Si no se dispone de dicha habitación, podemos utilizar el propio dormitorio u otro lugar, a condición de utilizar siempre el mismo.
Dispondremos en el suelo una alfombra, moqueta, manta o tatami y nos sentaremos en la postura de yoga denominada "Padmasana". Si ésta no es posible realizarla, utilizaremos la "Siddhasana", o si tampoco ésta es posible, la "Vajrasana". Si a causa de algún problema físico no nos es posible utilizar ninguna de ellas, nos podemos sentar en una silla con los pies y las piernas juntos, la mano izquierda posada con la palma hacia arriba en el regazo y la derecha sobre la izquierda también con la palma hacia arriba y con los pulgares de ambas manos tocándose con suavidad.
Independientemente de la postura que adoptemos con las piernas, debemos situar la columna vertebral lo más derecha posible. Las vértebras deben quedar como un montón de monedas bien apiladas. La cabeza erguida, ni levantada ni agachada, la lengua tocando suavemente el paladar, la mandíbula relajada y los ojos entreabiertos mirando al suelo a un metro de distancia.
 Sea cual sea la postura adoptada, deberá hacerse de una forma natural, sin forzar demasiado ningún miembro.
En el ambiente y la postura adecuada, empezaremos la práctica, pero antes que nada, como he comentado ,antes debemos tener muy en cuenta la motivación, y empezar deseando que la práctica que vamos a emprender pueda aportar felicidad y bienestar a todos los seres, que a través de nuestro crecimiento espiritual puedan ellos también crecer, que por nuestra práctica puedan todos los seres verse libres del sufrimiento y de las causas del sufrimiento. Todo ésto, lo podéis componer en forma de una oración que os brote del corazón y aportará paz y felicidad a los demás y a vosotros mismos.
Si nos sentamos en el suelo, colocaremos delante de nosotros, en el suelo, a una distancia de veinte a treinta centímetros, un folio blanco con un círculo negro de un centímetro de diámetro pintado en el centro. Si se sientan en una silla, el círculo deberá ser de dos centímetros y situarán el papel en el suelo a medio metro por delante de los pies.
Empezarán la práctica efectuando tres inspiraciones y espiraciones profundas relajando al mismo tiempo todos los músculos y articulaciones del cuerpo, pero manteniendo la postura decuada sin doblar la columna ni agachar la cabeza.
Seguidamente, respirando normalmente, posarán la vista en el punto negro sin apartarla de el, como si no existiera nada mas que el punto, sin dejarse distraer por los pensamientos que irán surgiendo.
Cuando aparezca la más leve distracción, deberán reconducir la concentración hacia el punto. En cuanto a los pensamientos, no deberán seguirlos ni intentar detenerlos, dejándolos pasar simplemente y reconduciendo la concentración hacia el punto tantas veces como se den cuenta de su distracción.
Si son principiantes en meditación, no esperen obtener unos resultados espectaculares en las primeras sesiones. Sólo la constancia, el tesón y la paciencia les aportarán buenos resultados.
Al principio nos parece que no pensamos en nada, luego, a medida que vamos avanzando, nos damos cuenta de la gran afluencia de pensamientos, o sea distracciones, que acuden a nuestra mente. Esto ya es un paso. ¿Como podemos controlar algo, si nos creemos que no hay nada que controlar?.
A medida que nuestra concentración va en aumento, los pensamientos acuden más espaciadamente, hasta que cuando la concentración es perfecta, estos desaparecen y somos dueños de nuestra mente.
A modo de soporte de concentración, también podemos utilizar una figurilla o cualquier objeto sencillo como una piedra, un pedazo de madera, etc.
Otra técnica es utilizar la respiración como soporte.
Situados en el lugar y posturas antes mencionados, con los ojos mirando a la misma distancia que antes pero sin el soporte físico, nos concentramos completamente en el ir y venir de la respiración, contando las veces que respiramos. Cada inspiración y espiración contarán como uno, y así irán contando hasta completar tres fases de siete.
Respirando con normalidad, nos concentraremos sin distracción en la entrada y salida del aire, siendo totalmente conscientes de ello, sin pensar "ahora entra, ahora sale". Si surge un pensamiento, no debemos seguirlo, siempre concentrados en la respiración, debemos dejar que se disuelva sólo, como el humo, pero, si lo seguimos y nos distraemos, empezaremos a contar de nuevo a partir de uno.
Para ayudarnos a contar, podemos confeccionarnos un rosario con veintiuna cuentas, mas una de mayor tamaño que servirá de principio y fin.
Aunque parezca un ejercicio fácil, realmente no lo es, pues al principio es muy difícil completar ni siquiera siete respiraciones sin distracción, pero se trata de un excelente ejercicio de entrenamiento mental, y muy poderoso.
Otro ejercicio que pueden practicar una vez estén muy avanzados en los anteriores, es la concentración en el ir y venir de los pensamientos. Adoptando la misma postura que en los ejercicios anteriores, intentarán ser conscientes de los pensamientos, viendo de donde surgen y por donde se ocultan, sin seguirles el hilo, simplemente siendo conscientes, como el que ve pasar las nubes en el cielo, sin aferrarse a ellas, sin intelectualizarlas, simplemente descansando en el espectáculo sin involucrarnos.
Para los principiantes en éste tipo de prácticas, es conveniente no alargarlas demasiado, con cinco minutos por la mañana y cinco por la tarde, al principio será suficiente. Poco a poco, irán cogiendo el gusto y de forma natural irán incrementando el tiempo de duración.
También es importante realizar los ejercicios a horas fijas y sin saltarnos ningún día, así crearán un hábito que como verán les aportará grandes beneficios tanto a nivel mental como físico.
Paralelamente a éstos ejercicios, hay que procurar aplicar la concentración en todas nuestras actividades cotidianas, sean las que sean, intentando ser totalmente conscientes de lo que estámos haciendo en cada momento, como si no existiera nada más, ni pasado, ni futuro, sólo el presente, el aquí y ahora.
Ésto que les acabo de sugerir es muy importante, pues el estar presentes en cada instante hará que mejore la calidad de aquello que hagan, incluso, verán mejorar sus relaciones personales, y sobre todo, es especialmente importante, cuando se efectúen actividades que impliquen riesgo, por ejemplo en la conducción de vehículos.
El noventa por ciento, aproximadamente, de los accidentes de tráfico se producen por fallos humanos, y dentro de éste noventa por ciento, una gran parte se producen por distracciones.
¡Cuantas muertes por accidentes en carretera y laborales podríamos eliminar si practicáramos mas la concentración y el entrenamiento mental!.
Además de otras actividades, soy profesor de educación vial, y a mis alumnos, además de enseñarles todo lo que corresponde a ésta materia, hago mucho hincapié en la concentración, enseñándoles a reconducir la mente cada vez que se produce la mas leve distracción y reforzando en su mente la idea de que la distracción es su enemigo más mortal. Hasta la fecha, despues de haber adiestrado a miles de alumnos, no se de ninguno de ellos que haya sufrido un accidente grave de circulación.
En la tercera parte, nos adentraremos en la tercera fase que ya nos conducirá a la visión del aura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tu opinión!