AUTO DEFENSA PSÍQUICA (como determinar que estamos siendo objeto de un ataque psíquico.

Antes de decidirnos a aplicar alguna técnica de auto defensa, debemos estar bien seguros de que lo que nos ocurre a nosotros o a quien convive con nosotros es un auténtico ataque psíquico.
Lo primero que hay que hacer siempre ante cualquier dolencia o enfermedad es acudir al médico. Si no encuentra el origen o la causa de su mal, o si después de seguir el tratamiento prescrito siguen con los mismos síntomas o incluso han empeorado, no está de mas una segunda opinión por otro facultativo, pero, si aún así no encuentran mejoría, empiecen a analizar, recordar o reflexionar sobre las posibles relaciones que haya tenido con religiones, sectas, magos, grupos esotéricos o posibles enemigos o adversarios, también hay que tener muy en cuenta las relaciones sentimentales rotas. Si por lo que saben o lo que son pueden constituir un peligro real o imaginario para ellos, si sus relaciones se han roto de una forma brusca, violenta, o simplemente se han extinguido sin mas. También deben reflexionar sobre sus relaciones con los demás, si tienen o se han creado enemigos, envidias, si son un obstáculo real o aparente para alguien o para algo. En resumidas cuentas, si su existencia puede representar algún peligro o traba para alguien o algo, y si su desaparición física les puede beneficiar de alguna forma. También deben analizar sus relaciones sentimentales: si no acceden a los requerimientos amorosos de alguien o si han cortado unilateralmente una relación.
En lo referente al ataque, este no se manifiesta nunca de forma continua las veinticuatro horas del día, es intermitente, sus síntomas aparecen y desaparecen de forma brusca. A veces, no siempre, dicho ataque va acompañado de fenómenos de poltergeist, o sea de ruidos de diversa índole, movimiento de objetos. También pueden aparecer formas mas o menos densas o visibles de apariencia diversa como nieblas, seres humanos, animales, seres demoníacos, etc. También se pueden percibir olores fétidos sin origen conocido, cambios bruscos de temperatura, corrientes de aire en habitaciones cerradas, o cualquier fenómeno fuera de lo normal.
Debo aclarar, que todos estos fenómenos pueden aparecer sin que haya un ataque, aunque si aparecen junto con trastornos personales, podemos decir que estamos ante un ataque en toda regla.
En el próximo capítulo os explicaré los síntomas del ataque.